"Hace 3 años nos enterábamos de la muerte de Nati.
Todavía no logro comprender, a pesar del llanto, del duelo,
del tiempo que suaviza los dolores, no logro comprender…
Nati era profesora de matemáticas, pero además era una
muchacha joven, linda, alegre, luminosa. Se reía de una manera hermosa, su
sonrisa era su carta de bienvenida, su saludo cordial.
Andaba por los pasillos de la escuela como un cascabelito,
suelta y colorida. Con su pelo enrulado y su sonrisa, siempre su sonrisa.
Un día de diciembre de 2010 almorzamos juntas unas empanadas
en la escuela, ella me contó lo feliz que estaba. Se la veía radiante.
A la tarde salió del colegio. Se despidió para ir a su casa.
No se supo nada más.
Al otro día la hallaron envuelta en sangre, dentro de su
propia casa. Todo es confusión. ¿Cómo alguien pudo atreverse a lastimarla de
manera tan brutal? ¿Quién es ese ser tan inhumano y bestial que quebró su
sonrisa, que interrumpió su vida?
¿Quién pudo ser capaz de arrebatarla del cariño de todos los
que la queríamos tanto?
Hace 3 años que no tenemos respuestas.
Hace 3 años que no tenemos justicia, ni consuelo.
Justicia para Natalia y para todas las víctimas de violencia
de género."
Profesora Viviana Villarino.
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